HISTORIA DE LA AGENCIA IGUALADINA
Del Hostal de en Rovira, situado en la Rambla San Isidro, nº 1 de Igualada, salía el punto de media noche la galera acelerada, que eran unos carruajes de personas y paquetería remolcados por animales y realizaban el trayecto Igualada - Barcelona .
En el año 1828, según se tiene constancia, el dueño de las galeras aceleradas que salían desde el Hostal de en Rovira, instaló su sobrino a la entrada de la fonda can Cap de Creus, situada en el Pla de la Boqueria de Barcelona, fundándose así la Agencia Igualadina.
Después de las galeras aceleradas vinieron las diligencias. Estas hacían el trayecto en menos horas y ofrecían más comodidad (y más polvo) a los viajeros. Constaba de delantera, cupé e interior, y encima, a la vaca, se colocaban los encargos y los equipajes. Las diligencias salían de Igualada a las 4 de la mañana, parando en Esparraguera para desayunar a Cal Noi Xic y cambiar los animales, para acabar llegando a Barcelona a la una de la tarde. Con ello, que la fonda Cap de Creus, en la calle Sant Pau, nº 2 de Barcelona, se reformó y la Agencia Igualadina pudo disponer de un local independiente.
Con la llegada del ferrocarril de Barcelona a Martorell (entre 1854 y 1861), se acortó a la mitad el recorrido de las diligencias, reduciendo el trayecto de Igualada a Martorell, donde los pasajeros cogían el tren.
En 1870 se encargó de la Agencia Igualadina el popular Sebastián Fusté conocido como Sebastià dels cotxes. Los carruajes ya hacían 3 viajes diarios: a las 8 de la mañana, a mediodía ya las 11 de la noche, haciendo que, por ejemplo, combinado con el tren de Martorell, el viajero que saliera a las 8 de la mañana de Igualada podía estar comiendo Barcelona .
Alrededor del año 1873, en Ramón Ollé Ratés (Ramonet dels Cotxes) era quien dirigía la Agencia Igualadina. En aquella época, la tienda de la calle Sant Pau de Barcelona se convirtió en lugar de reunión de los igualadinos que la guerra de los carlistas había exiliado de Igualada.
La puesta en marcha del ferrocarril Central Catalán, que unía Igualada con Martorell, (1893) fue un punto de inflexión para las diligencias, que tuvieron que adaptarse para subsistir, ampliando el servicio para toda Cataluña.
Fue en 1903, cuando por parte de Francisco Ollé Malet, hijo de Ramonet los Coches, se promovió la reforma de la fachada y el edificio de las oficinas de la Agencia Igualadina, en la Rambla Sant Isidre, nº 13 de Igualada. En esta reforma, realizada por el arquitecto Josep Pujol y Brull, se plasmaron algunos de los rasgos característicos del movimiento arquitectónico modernista en la fachada de la (baldosas, esgrafiados, dinteles, elementos de hierro fundido) y en algunos elementos del interior del edificio.
En 1909 Francesc Ollé Malet se hizo cargo de la Agencia Igualadina, que ya se dedicaba exclusivamente al negocio del transporte de mercancías, que combinado con el auge del sector textil y de curtidurías de piel de la ciudad de Igualada , relanzó el negocio.
La entonces casi centenaria Agencia Igualadina era popular en Barcelona y gozaba de una envidiable fama por su honradez proverbial, su reconocida actitud y simpatía. Como en la época de los carlistas, las oficinas de la calle Sant Pau dirigidas por Ramón Ollé Malet, también terminaron siendo un punto de encuentro para igualadinos que vivían en Barcelona y artistas que frecuentaban el próximo American Soda. Uno de estos personajes singulares que hacían pasar la tarde sentados en el banco de la Agencia Igualadina era Joan Serra Constansó, periodista y político igualadí, quien bautizó las oficinas como el "Consulat Igualadí". (Consulado Igualadino)
El negocio fue pasando de padres a hijos, siguiendo después de Francesc Ollé Malet, en 1915 su viuda, la Sra. Ángela Ollé Pons. Posteriormente, en 1917, fue dirigida por Ramon Ollé Ollé, y finalmente por su hermano Francisco Ollé Ollé.
La Agencia Igualadina siempre ha sido ejemplo de modernidad y de querer superarse constantemente, tanto es así, que había ideado inaugurar un servicio de aereobuses y aereocamiones que en cinco minutos hicieran el trayecto de Igualada en Barcelona, con el motivo de su centésimo aniversario en 1928.
Este proyecto tan ambicioso no se pudo llevar a cabo, pero la Agencia continuó yendo ligada al desarrollo de la ciudad de Igualada sin perder su imagen familiar y cercana. En el primero de agosto de 1934, la legendaria oficina de la calle San Pablo cambia de ubicación y se ubica en la calle Girona, nº 15.
Pasada la guerra civil, la Agencia, al igual que el resto del país, sufre fuertemente sus efectos a pesar de ser un servicio básico. En 1954, Francisco Ollé Tenas, asume la dirección manteniéndose como un punto importante de "recadero" los igualadinos que estaban fuera de la ciudad.
Con la caída del sector textil de Igualada, la Agencia pierde impulso, hasta que en la década de los 80 termina dejando de ofrecer el servicio de transporte, manteniendo abiertas las oficinas en la Rambla Sant Isidre 13 de Igualada como punto de encuentro igualadino hasta el año 2006.
La Agencia Igualadina, vuelve a empezar quince años después, cambiando el servicio del transporte de mercancías por el de servicios de arquitectura, pero manteniendo la honradez, la actitud, simpatía, historia y situación.
Además, bajo la dirección de Francisco Ollé Torras y Francesc Ollé Almenar, y siguiendo con la generación Ollé, queremos hacer bandera de todas estas cualidades que van asociadas al nombre de la Agencia Igualadina y alcanzar objetivos tanto difíciles hoy en día como el planteado por el centenario.